Por Jorge Rodríguez Beruff.
Columna originalmente publicada en 80 Grados, el 25 de octubre de 2019.
Vieques retornó a nuestra conciencia por las movilizaciones populares recientes. Lo vimos como el antecedente de las masivas marchas del caliente verano del 2019 que inevitablemente comparamos con la Marcha de Vieques. También, porque el Vía Crucis de la isla municipio no terminó con la salida de la Marina y se prolonga en el maltrato gubernamental cotidiano que ha tenido su versión más reciente en el desdén mortal del gobierno central con respecto a la salud y movilidad de los viequenses. Quizás sea un buen momento para revisitar algunos aspectos históricos de esa experiencia definitoria del Puerto Rico actual.
Los orígenes de la oposición a las actividades de la Marina en Vieques, aunque tienen una fase anterior, se encuentran en la decisión de transferir a esa isla las prácticas militares luego de la salida de la marina de la isla de Culebra. La muerte de David Sanes el 19 de abril de 1999 galvanizó la opinión pública en Vieques y Puerto Rico en contra de las actividades navales. Este efecto no se entiende sin tomar en cuenta el impacto en la opinión pública de las acciones de la Marina desde la década los setenta. También en el caso de Sanes no se trataba de un opositor, sino de un empleado de la armada, cuya imagen lo mostraba cuadrado en atención y haciendo un saludo militar. La Marina de guerra llegó a sugerir que la muerte había sido por su propia responsabilidad, por haber salido del bunker a fumar. La familia alegó que él nunca fumaba. Ese tipo de comentario dejaba de lado que otros cuatro empleados civiles habían salido heridos. Su entierro, al cual la Marina trató de imprimirle una tónica marcial, fue un evento impactante en una comunidad relativamente pequeña como la viequense. Además, se negaron a divulgar el nombre del piloto y los oficiales involucrados en esta muerte. El resultado de la investigación no produjo sanción alguna. La muerte de Sanes insufló al movimiento de Vieques con una fuerte dosis de indignación moral ampliamente compartida por la población puertorriqueña.
Dos días después de su muerte se inició el primer campamento de desobediencia civil en el área de tiro. El 8 de mayo se estableció otro campamento del Partido Independentista Puertorriqueño con la presencia del entonces senador y líder de ese partido, Rubén Berríos Martínez. Estos campamentos se multiplicaron hasta reflejar la amplitud de la coalición que se iba constituyendo, llegando a trece poco antes del “desalojo”. Luego de los primeros campamentos establecidos por viequenses y el Partido Independentista, grupos religiosos, políticos y sindicales establecieron sus propios campamentos.
Esto implicó una compleja logística para traer por mar a personas, víveres y materiales de construcción, una breve construcción de una utopía antimilitarista cuyo simbolismo caló hondo en la imaginación colectiva puertorriqueña. Se llegaron a construir capillas ecuménicas donde diariamente se realizaban cultos, se trajo una campana para la capilla, se hicieron muelles y casas. El número de “desobedientes civiles” fluctuaba, pero por Vieques y sus campamentos pasó parte del liderato político puertorriqueño, obispos y religiosos de casi todas las denominaciones, congresistas puertorriqueños como Nydia Velázquez y Luis Gutiérrez, políticos puertorriqueños en Estados Unidos, figuras como Jesse Jackson y Robert Kennedy Jr., diputados argentinos… hasta el cantante mexicano Emmanuel hizo su peregrinación a Vieques. Los campamentos obligaron la suspensión de dos maniobras por los grupos de tarea de los portaviones USS George Washington y USS Eisenhower. A continuación, una lista de los campamentos que se establecieron.
Tabla 1. Campamentos de desobediencia civil en Vieques para febrero del 2000
- Cayo la Yayí / A cargo de Héctor Olivieri, residente de Vieques
- Diócesis de Caguas Iglesia Católica / Monseñor Alvaro Corrada del Río
- Estudiantes UPR Estudiantes universitarios
- Congreso Nacional Hostosiano (CNH) / Organización independentista
- Viequenses en el exilio / A cargo de Manolín Silva
- Federación de Maestros / Organización sindical
- Sindicatos CGT y otros sindicatos / encargado, Federico Torres
- Religiosos / A cargo de la Reverenda protestante Lucy Rosario
- Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) / A cargo del presidente del PIP, Rubén Berrios Martínez
- Todo Puerto Rico conVieques / Organización amplia de solidaridad con Vieques
- Monte David Primer campamento, Viequenses / Encargado Taso Zenón
- Mapepe / A Cargo de Don Carlos, viequense
- Campamento del Comité Pro Rescate y Desarrollo. En los portones de la base / Encargados Robert Rabin y Nilda Medina
*Fuente: “Los campamentos de desobediencia del área de tiro”, La Voz de Vieques, 18 de febrero del 2000.
Por otro lado, en el contexto de la fuerte reacción pública provocada por la muerte de Sanes, y habiéndose establecido ya los primeros campamentos de desobediencia civil, el gobierno creó, el 11 de mayo de 1999, una Comisión Especial sobre Vieques de alto nivel presidida por la Secretaria de Estado y con representación de todos los partidos, las iglesias y la comunidad viequense. A fines de junio esa comisión rindió un informe, adoptado por el gobierno como política, donde se pedía el cese inmediato de las prácticas y la devolución de las tierras. Ese informe recogía el consenso que se había formado en Puerto Rico alrededor del caso de Vieques.
Por el lado de la oposición cívica, se creó una coalición de grupos opositores denominada “Todo Puerto Rico con Vieques” y se realizó una marcha multitudinaria (alrededor de 50,000 personas) el 4 de julio de 1999 en la base de Roosevelt Roads. También la Iglesia Católica y otras iglesias protestantes intensificaron su participación. Se añadieron al movimiento numerosas personalidades y grupos en Estados Unidos. La comunidad puertorriqueña en Estados Unidos comienza a organizar grupos como “Todo Nueva York con Vieques”, “Todo Connecticut con Vieques” … El internet sirvió para interconectar sectores tan diversos y se crearon varias páginas con información actualizada. La prensa informaba continuamente sobre los eventos más recientes, convirtiendo a Vieques en la noticia más destacada por varios meses.
El gobierno hizo importantes concesiones que no lograron quebrar el consenso existente a favor del cese inmediato de las prácticas. En ese momento el liderato religioso, constituido en una Comisión Ecuménica formada por obispos católicos y protestantes, pasó a liderar el conjunto de la coalición opositora y convocó a una marcha multitudinaria el 21 de febrero del 2000. En esa marcha participaron sobre 100,000 personas, por mucho la actividad política más concurrida hasta entonces en la historia de Puerto Rico. En la siguiente tabla incluimos la lista de organizaciones que apareció en la convocatoria pública para la marcha. Es interesante la posición que ocupan las diversas organizaciones, en particular los partidos y grupos políticos.
Tabla 2. Organizaciones convocantes a la marcha del 21 de febrero del 2000, según anuncio de prensa
Sociedad Bíblica de Puerto Rico
Seminario Evangélico de Puerto Rico
Iglesia Episcopal de Puerto Rico
Iglesia Evangélica Luterana-Sínodo del Caribe
Iglesia Católica-Arquidiócesis de San Juan y Diócesis de Caguas
Concilio Evangélico de Puerto Rico
Iglesias Bautistas de Puerto Rico
Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo
Iglesia Evangélica Unida
Iglesia Metodista de Puerto Rico
Iglesia Presbiteriana
Iglesia de los Hermanos
First Union Church
Second Union Church
Con el apoyo de:
Alianza de Mujeres de Vieques
Cayo la Yayí
Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques
Todo Puerto Rico con Vieques
Colegio de Abogados
Liga de Cooperativas
Central Unidad Sindical
Federación del Trabajo (AFL-CIO)
Unión Independiente de Empleados de la Telefónica
Partido Independentista Puertorriqueño
Partido Popular Democrático
Gigantes Distrito Noreste
*Fuente: “Declaración Ecuménica sobre la Esperanza de Paz para Vieques”, El Nuevo Día, 20 de febrero de 2000, p. 63.
Todo esto creó un impasse político a favor del movimiento opositor. La dinámica del movimiento no estuvo localizada en los partidos políticos principales, ni éstos pudieron hegemonizar el liderato, más bien estas colectividades tuvieron que ir acomodándose a las acciones que provenía de un amplio abanico de sectores e instituciones. Los desobedientes civiles, las organizaciones viequenses, los ecologistas, las iglesias, los sindicatos, los periodistas, algunas organizaciones de izquierda, las organizaciones profesionales, grupos comunales, la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos… conformaron un plural abanico de sectores que lograron un nuevo protagonismo político. Lo que pudiera faltarle a esta difusa formación en coherencia del liderato, lo compensó con la amplitud, flexibilidad y resonancia en la opinión pública. En aquel momento la corrupción también había erosionado la confianza en la clase política.
Son muchas las diferencias con los eventos del verano de 2019, pero también las tangencias. Los actores sociales de mayor iniciativa son distintos, probablemente reflejando amplios cambios sociales en Puerto Rico. También las dinámicas de comunicación. Pero el carácter espontáneo y difuso del movimiento caracterizó a ambos procesos, así como la indignación moral ante lo que se consideraba un hecho intolerable.
Jorge Rodríguez Beruff
Jorge Rodríguez Beruff es Catedrático del Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Puerto Rico y en la Universidad de York en Inglaterra, donde obtuvo una mención especial del Comité de Altos Estudios.
También participó en cursos especializaos sobre América Latina en la Universidad Nacional Autónoma de México. Del 2003 al 2011 fue Decano de la Facultad de Estudios Generales de la UPR, Recinto de Río Piedras, y miembro ex officio de la Junta Administrativa y el Senado Académico.
Del 2008 al 2010 fue miembro de la Junta de Directores del Ateneo Puertorriqueño y manejó el presupuesto de la institución. También fue director del Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Generales de la UPR de Río Piedras.
Entre sus publicaciones se encuentran Strategy as “Politics, Puerto Rico on the eve of the Second World War”, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 2007, ganador del Premio Atlantea al mejor libro caribeño del año y destacado en la Lista de los mejores libros de la década de Carmen Dolores Hernández en El Nuevo Día. “Las memorias de Leahy: los relatos del Almirante William D. Leahy sobre su gobernación de Puerto Rico (1939-1940)”, Fundación Luis Muñoz Marín, San Juan, 2002, mención honorífica en el Instituto de Literatura Puertorriqueña y también destacado en la Lista de los mejores libros de la década de Carmen Dolores Hernández en el El Nuevo Día. “Política militar y dominación, Puerto Rico en el contexto latinoamericano”, Editorial Huracán, Río Piedras, 1988 y “Los Militares y el Poder: Un Ensayo sobre la Doctrina Militar en el Perú (1948 1968)”, Editorial Mosca Azul, Lima, 1983, mencionado en la Lista de los mejores libros del año de El Comercio, Lima, Perú.
También, es autor de numerosos libros que tratan sobre militarismo y geopolítica. Con José Bolívar Fresnada es editor de dos libros sobre Puerto Rico en la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad trabaja sobre el concepto de “estudios generales” y la Guerra Fría.